De-váter

Entran unos tensos Mariano Rajoy y José Luis Rod… digo Pérez Rubalcaba en el debate. Un Manuel Campo Vidal al que le dio tiempo a completar un puzzle de 1000 piezas, pasarse tres veces la Liga Pokémon y empezar un curso de mecanografía con los pies. Rajoy, incapaz de despegar las escleróticas del papel, lee datos y datos, y datos, y datos, y datos y zzz…Rubalcaba, muy ácido, se metió con la «ambigüedad calculada» del programa de Rajoy, y parecía más una especie de Ana Pastor con la papada caída que el futuro líder de la oposición. De hecho, parecía que le estaba legitimando como presidente. Rajoy, además, se pasó por el forro todas las preguntas de Rubalcaba, y obvió asuntos como el matrimonio homosexual, al que no respondió, y respondió con argumentos ad hominem. No obstante, Rubalcaba interrumpió muchísimo, Rajoy menos. Muchos argumentos ad baculum por parte de Rubalcaba con temas como la sanidad y la educación completamente falsos. No obstante, ninguno estuvo fino, su lenguaje visual habló por ellos, Rubalcaba por radio era creíble, no obstante, sus gestos eran muy falsos, así como Rajoy, al que Arriola debe darle una reprimenda por usar demasiado el papel. Resumen: Rajoy debería mostrar más lo buen parlamentario que es, y Rubalcaba, por mucho que haga, ha perdido las elecciones.