Andalucía

Creo que ni los socialistas se esperaban un resultado tan bueno para ellos en Andalucía. El PP ha ganado las elecciones, es cierto, pero no gobernarán, a pesar de ser la fuerza más votada. IU se convierte en el receptáculo del voto descontento socialista, y en la piedra angular de su gobierno, que si el que había ya era malo, este puede ser aún peor.

No quiero decir con esto que quisiera que ganara el PP. Valencia es la prueba de que también el PP ha dilapidado la pasta. Pero la diferencia es que Valencia tiene solución. Y ahora explicaremos porqué. IU, en figura del famoso alcalde de Marinaleda, ha dicho que no van a tolerar el caso de los ERE. Esperemos que cumplan su palabra, y su apoyo al PSOE allí provoque la limpieza del viciado aire de San Telmo. Pero creo que se van a sumar a la rave.

Porque lo del PSOE en Andalucía es culpa del PP. Por sus complejos con sus políticas, porque les da vergüenza aplicarlas. Porque se consideran inferiores. Ese es su problema. Podrían hacer como Esperanza Aguirre, decir las cosas sin tapujos ni complejos. Por eso ha arrasado en las últimas elecciones, pero de todos modos, el discurso socialista que en Andalucía ha mantenido el PSOE no se puede hacer en Madrid. Algo que no puede entender Tomás Gómez.

Los andaluces han votado seguir de fiesta a las 6 de la mañana y a punto de amanecer. Han votado por comprar unas cuantas cajas más de manzanilla y rebujito. De subsidios que poco empleo generan, del Plan de Empleo Rural… Y sin ir más lejos, ha sido la Andalucía rural la que ha votado mayoritariamente socialista: Sevilla, Huelva y Jaén. Pero tampoco creáis que en los lugares donde ganó el PP lo hizo de forma completamente mayoritaria. Para nada.

De hecho, lo sorprendente es que en la mayoría de las capitales de provincia, el PP ha ganado por uno o dos escaños. Lo cual indica que los andaluces no quieren abrir los ojos de la realidad que hay: los recortes no dependen del gobierno, sino de Europa. Si no lo hacemos nosotros, Europa lo va a hacer, y no nos va a gustar. Aparte, la abstención andaluza es, cuánto menos, dramática. Aunque comprendo que la sensación de hastío de los andaluces es significativa.

Por otro lado, Arenas es un candidato maldito, y no consigue centrar el objetivo, ha hecho una campaña al estilo rajoyano, o mejor dicho, arriolano, que se ve que no funciona. Su objetivo, señor Arenas, no era el paro, sino echar al régimen socialista infecto de San Telmo. Tan sólo por regeneración democrática. Tenía usted a favor un caso de corrupción como nunca se había visto en España, cocaína, putas, un 30% de paro y tan solo ha conseguido sacarle 3 escaños a un PSOE que la derrota le ha sabido a pura coc… digo victoria. Así que Andalucía, andaluces, preparáos para lo que viene, porque viene la izquierda más reaccionaria y raveparty de la historia de la democracia, que no está dispuesta a terminar la fiesta.