De la manzana mordida a la manzana podrida. Carta de un usuario desanimado.

Soy consumidor de productos Apple desde que salió el iPod Nano. He de reconocer que jamás he tenido un Mac, aunque sí lo he usado. Siempre me ha gustado mucho el diseño de los productos Apple, su packaging, el marketing que usaban… en resumen, la marca de Apple en sí. Y hace un año culminé mi mayor deseo, que era comprarme el iPad 2. Un tablet resuelto, sencillo, estupendo, bien diseñado, con una gran autonomía. La manzana mordida me encantaba. He usado productos Mac desde siempre, para maquetar páginas, para el Photoshop, editar vídeo con el FinalCut… aunque era usuario de Windows, Apple siempre me fascinó. Leí con bastante interés la biografía de Steve Jobs, y lo elevé casi a la altura de santo laico de la tecnología. Vamos, que llegué a ser bastante fanboy de Apple. Pero todo esto cambió cuando mis productos Apple empezaron a fallar.

Año 2008. Mi madre me trae de EEUU el primer iPod Touch de 32GB. No estaba aún en España. Era increíble. Recuerdo lo fluido que funcionaba, lo bien que sonaba, las apps… era genial. Tiempo después, me cobraban 3€ por actualizarlo a la versión 3.1.3 de iOS (recordemos que hoy vamos por la 6). No entendía por qué tenía que pagar ese dinero para actualizarlo, pero lo pagué y lo actualicé. Algo más tarde salía el iPod Touch 2G, y ahí se detuvo el tiempo para mi iPod. Un iPod con menos de dos años, obsoleto. Obsoleto del todo, es decir, cuando me metía a la App Store, no podía descargarme ni una aplicación tan tonta como la de Twitter. Yo entiendo, evidentemente, que Apple quiera innovar con sus productos , y como es lógico, lo haga de forma que no sean compatibles con los anteriores; no puedes depender de lo que hiciste anteriormente para elaborar un nuevo producto que podría verse limitado por ello mismo. El problema es que yo me había gastado 300$ de la época en ese producto.  Y es mucho dinero.  Me di cuenta cuando traté de descargarme una aplicación, y me decía que “Necesita iOS 4.1.0 para descargar esta aplicación”. Conecté el iPod para tratar de actualizarlo. Ni una sola notificación. Apple no me informó de que mi dispositivo no sería compatible con iOS 4. No me dijo nada, ni mucho menos, que mi dispositivo, a dos años de su adquisición, se quedaría completamente obsoleto.

Año 2010. A pesar de esto, sigo con mi iPod Touch, me resigno y lo dejo para seguir escuchando música. Me compro el iPod Nano que todavía tenía el scroll de rueda, y así tengo dos reproductores de música: uno para navegar por internet, y otro para hacer deporte. Todo perfectamente. Había ya tenido un iPod Nano y estaba encantado con su funcionamiento, porque la verdad es que la batería le duraba muchísimo. Realmente no lo usé demasiado, quizá la batería no llegase siquiera a los 300 ciclos a los que supuestamente las baterías de litio se estropean,  pero observé que duraba muchísimo menos que mi anterior iPod, que podía tenerlo casi una semana sin cargarlo. Y éste no llegaba a los dos días. Pensé que sería algo normal, al ser más nuevo, contar con cámara de vídeo y demás, quizá por eso le duraba menos la batería.  Dos años después, se ha convertido en dependiente de la corriente eléctrica de mi casa. Y Apple me dice que me costaría 70€ ponerle una nueva batería, porque está fuera de garantía –que es normal- y que es un dispositivo que ya no fabrican.

Año 2011. Tras el iPad, quedo impresionado con el nuevo iPad 2. Y tras mucho insistir a mis padres, me lo regalan por navidad. Quedo maravillado con su funcionamiento, y con lo bien que funciona. Pocos meses después, Apple lanza el iPad Retina, y pocos meses después del iPad Retina, el conocido como iPad 4. El iPad Retina es retirado del mercardo en cuanto sale el iPad 4 y el iPad 2, a pesar de que sigue siendo el iPad que más vende, por delante del iPad con pantalla Retina, parece estar condenado inexorablemente a la obsolescencia planificada, a pesar de que se sigue fabricando. ¿Cómo será esta vez? ¿Será cuando me encuentre la sorpresa de no poder actualizar mis aplicaciones? ¿Será cuando tenga que restaurar el sistema y me encuentre que no me puedo descargar nada? Porque, por ejemplo, el iPad 1 se ha quedado completamente estancado en la versión del sistema operativo iOS 5, sin posibilidad de actualizarlo a la 6. Los frikis de Apple sostienen que es debido a que claro, el iPad 1 no tiene dualcore, le falta RAM, etc. Yo tengo otro motivo: que a Apple no le interesa que tengas un producto suyo más de 2 años seguidos. Le interesa que estés constantemente comprando sus productos, tratándonos a los usuarios como auténticos imbéciles.

Si no, no se explica por qué, el iPhone 4, con 800 mHz de procesador mononúcleo A4 y 512 MB de RAM, sí que puede actualizarse a la versión 6 del sistema operativo de Apple, mientras que el iPad tiene el mismo procesador, más rápido, a 1 GHz y la misma RAM. Y ahora tengo miedo de que cuando salga la séptima versión de IOS, mi vetusto iPad 2 no pueda ser actualizado y el iPad Mini, que posee el mismo procesador y las mismas características técnicas, sí que pueda. Pero claro, soy un fanboy de Apple y nada entiendo ni comprendo. Tengo que estar sujeto a sus productos, a lo que diga san Steve Jobs, y si lanza un producto en menos de un año, estar dispuesto a desembolsar el salario mínimo interprofesional para poderlo pagar cuando la producción de dicho producto les cuesta seis veces menos.

A mí, señores, ya no me vuelven a engañar. Tengo claro que me cambiaré a Windows 8 en el caso de que mi iPad me deje tirado. Y espero que a vosotros la manzana podrida no os deje tirados por el camino.

PD: He olvidado señalar una cosa: a día de hoy, 12 de Enero de 2013, la pantalla táctil capacitiva de mi iPod Touch no funciona en una fina franja del lateral izquierdo de la pantalla, por lo que no puedo pulsar la letra Q. Quizás sea para no poder preguntar a Apple porqué hace esto a sus usuarios.

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